El chef galardonado con ocho estrellas Michelin, Martín Berasategui, se adentra en la cocina tecnológica. Con el fin de mejorar el entorno y el trabajo de su cocina.
Berasategui ha logrado implantar la tecnología en todo el proceso culinario: desde que llegan los alimentos a su despensa, de distintas partes de España, hasta el retorno del plato vacío al lavavajillas.
El objetivo de la cocina tecnológica: mejorar el método de cocinar y aprovechar al máximo las cualidades de los alimentos.
Proceso de calidad
Una de las prioridades de este excelente chef es la seguridad alimentaria. Para ello cuenta con una cámara equipada con un panel que contiene un sistema antibacteriano que funciona con iones de plata, capaces de detectar la mayoría de las especies bacterianas y combatirlas.
El objetivo de la cámara es asegurarnos una conservación y calidad necesaria de los alimentos que luego se van a servir en sala.
Otra de las partes características es el sistema frigorífico. Lo más importante para una buena conservación es que la temperatura se mantenga estable, ya que así los alimentos estarán en el estado perfecto en el momento de cocinarlos.
Proceso de cocción
Por último, nos centramos en el plato fuerte, el proceso de cocción. Para el cocinero cada plato tiene una manera única de cocinarse y hacerlo de la manera correcta es lo que aporta el valor añadido de su cocina. La tecnología que incorpora el nuevo horno hace posible modificar y personalizar la cocción en cualquier momento. Controlar el grado de dorado, de humedad… Todo esto en conjunto crea la armonía perfecta para que el equipo de Berasategui trabaje a máxima velocidad con alimentos frescos y en perfecto estado, algo indispensable para que el chef pueda seguir sumando nuevas estrellas.
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